Wednesday, November 16, 2005

To kill a mockingbird

"Mockingbirds don’t do one thing but ... sing their hearts out for us. That’s why it’s a sin to kill a mockingbird.”

Lee Harper

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Hoy hable con una amiga de la preparatoria a la que no veia desde su boda hace ya tres anios... me dio un monton de gusto encontrarmela y saber de su vida. Me entere tambien de los pormenores de todas esas personas que hace mas o menos 14 anios conformaban mi circulo de amistades y mas o menos el universo entero... asi pasa en la adolescencia, me quiero imaginar.

Me quede pensando en las personas que somos y como vamos cambiando... en prepa tenemos ciertas ideas de lo que queremos de nuestra vida y parece que la vida se las arregla para acabar haciendo cosas diferentes. En el novio que tuve y que nunca jamas volvi a ver... en mi primer amor y toda la experiencia de estar enamorado cuando tienes 16 anios.

Que pasa con toda la gente a la que en un momento queremos, y que de pronto se nos desdibuja de corazon?. Se convierte ya no en la persona que fue, sino en destellos en nuestra memoria que de pronto nos asaltan. Pensamos en alguien y nuestra memoria nos trae una antologia de momentos, pero conforme pasa el tiempo las memorias se desvanecen y nos empieza a jugar trucos. Ya no sabemos hasta donde esas memorias son imaginadas o reconstruidas y que parte es la verdad, ademas de esto el cerebro es enganioso: nos acordamos del preciso instante en que nos dimos cuenta de que amabamos a una persona, pero casi nunca del dolor sordo que dejo su ausencia, o de si se picaba los dientes u otros habitos desagradables... memoria selectiva.

En el amor me confieso una adicta del olfato. Cuando estoy enamorada, mi cosa favorita en el mundo es pensar en el olor del hombre que amo, todos sus aromas. Desgraciadamente es la memoria que mas rapido se borra ... las memorias visuales son las mas perdurables, pero la memoria del aroma de un hombre es la mas conmovedora. No hablo de recursos faciles como una botella de perfume, hablo de esa coleccion de aromas que nos deja la experiencia del amor: oler su cuello, oler su casa, el olor de la piel recien lavada, de su cabello cuando esta dormido, de su piel... cada aroma es tan unico como el hombre amado... y asi, cerrar los ojos y pensar en el olor exacto de su cuello o de su boca, o de la palma de sus manos; y sonreir.

El amor nos deja memorias y cicatrices. Es algo tan fragil y a la vez tan poderoso que asombra. Las cosas tontas que destruyen el amor y las tontas cosas que hacemos por amor y lo que le pasa cuando ya no esta ahi. Si es cierta la teoria de que la energia no se crea ni se destruye, solo se transforma (mis maestros de fisica estarian orgullosos de mi)... a donde se va el amor que tuvimos. Yo me imagino que se hace como un quiste en el corazon, como una cicatriz de acuerdo a como haya estado el madrazo o lo desgastamos con odio y desamor... de uno depende.

Podemos gritar desaforadamente y llorar por amor, o por desamor. Y cantar canciones tristes o nadamas tratar de jodernos unos a otros... al final cuando uno supera esa etapa inicial lo que queda es la antologia de los buenos tiempos y la inocencia con la que alguna vez amamos. De nada vale querer matar el amor o las memorias... siempre estan ahi... no importa con cuanto odio o gritos lo queramos tapar.

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